«Caravanserai» es una palabra persa que significa ‘donde una caravana rompe un viaje o se refugia’. Se dice que fueron introducidos por primera vez en el período aqueménida (550-330 aC) a lo largo de la Royal Road que conecta Sardis con Susa, para ayudar a facilitar la ruta de 2.500 km. Hoy en día asociamos principalmente estas posadas de carretera con la Ruta de la Seda.

A lo largo y ancho del país están protegidas como patrimonio que son, y se les otorga nuevos arriendos de vida como centros comerciales que defienden la artesanía local, galerías de arte y museos o, como se pretendía originalmente, como hoteles y posadas. Los de Meybod, Deh Namak, Shah Abbasi de Kermanshah, Qasr Bharam en Semnan, TiTi en Siahkal y Zein al-Din en Yazd son excelentes ejemplos. Algunos son sólo una imagen fantasmal de su pasado.

Quizás la edad de oro de éstas fue durante el reinado de Shah Abbas el Grande (1557-1628), quien propugno su mantenimiento para ofrecer refugio gratuito a los viajeros menos afortunados. Abarcan desde gemas arquitectónicas emblemáticas, como el Abbasi caravanserai en Isfahan, ahora un hotel de clase mundial, y el Sa’d al-Saltaneh caravanserai en Qazvin, una maravillosa colección de patios y zocos diseñados y desarrollados para atender a varias clases de viajeros.




